Debido a que en junio se celebra esta práctica médica que cambia la vida de millones de personas a lo largo del mundo, quisimos consultar con la especialista en fertilidad natural y consciente Jorgelina Galera.
¿Qué cambió en la pandemia?
Lo que mayormente cambió son las consultas de la gente, muchos me preguntaban ¿Es un buen momento para buscar un hijo? Y mi respuesta siempre fue consistente con la que doy cuando me preguntan mi opinión sobre hacer o no algo, nadie debería decirte qué hacer.
Podemos concluir que en cualquier momento que estemos buscando la llegada de un hijo, enfrentamos la única certeza posible, no sabemos cómo será el mundo y qué futuro depara a nuestros hijos y nietos. Por lo tanto, tomar la decisión implica en cualquier momento, aceptar el riesgo.
¿La gente decidió dejar de realizar tratamientos?
Luego de más de un año de pandemia puedo decir, que ninguna de las personas que venía acompañando, abandonaron su sueño. Pero sí que algunas decidieron posponer la búsqueda concreta y dedicarse a prepararse mejor. Esto también fue impulsado por la suspensión por varios meses de los tratamientos de medicina reproductiva. Desde mi rol profesional, este efecto resulta realmente esperanzador.
Si visualizamos a la fertilidad, como la conexión con la capacidad de crear vida, hay un efecto positivo que a algunos les trajo el aislamiento iniciado en 2020.
Aquellos que se aventuraron a crear nuevas formas de vincularse con su hogar, con su cuerpo, y con su pareja, lograron adaptarse a la nueva realidad, expandieron su capacidad creativa y derribaron límites internos dentro de un contexto incierto y cambiante, por lo tanto expandieron su fertilidad.
En conclusión, la fertilidad está siendo finalmente, un camino de búsqueda interior más consciente.
Desde Nidra impulsan a las mujeres a realizar meditaciones, limpiezas alquimicas y biodecodificaciones, como alternativas para acompañar a la medicina tradicional.
Por Jorgelina Galera, creadora de www.nidramater.com.ar
También consultamos a Flavia, una joven que nos cuenta la felicidad de su experiencia:
“Mi camino hacia la maternidad fue largo, 9 años de lucha, pasé por 5 cirugías, ya que me descubrieron endometriosis y 6 tratamientos de fertilidad. Hoy con mi hija Tati de 2 años abrazada diciéndome, mama te amo hasta el cielo y el infinito, te puedo decir que todo lo vivido valió la pena. Desde el fondo de mi alma sabía que iba a lograrlo... Hoy agradezco a Dios y al Universo por no dejarme bajar los brazos”
Etiquetado como