El 22 de julio se celebra, como cada año, el Día Mundial del Cerebro. Es un evento impulsado por la Federación Mundial de Neurología (WFN) La Federación Mundial de Neurología promovió la iniciativa de darle trascendencia a la salud cerebral y a la importancia de concientizar a la sociedad sobre cómo cuidarla y prevenir enfermedades que la afecten.
La referente del programa de Epilepsia y Enfermedades Extrapiramidales, doctora Andrea Natalia Arcos, habló con el Ministerio de Salud de Tucuman acerca de la conmemoración y su importancia e hizo hincapié en los desafíos, cambios de paradigma y de estrategias que supuso la pandemia al momento de mantener una buena salud cerebral.
"Aquí remarcamos la importancia de la prevención y los cuidados, que antes estaban especialmente enfocados en la población de personas mayores, en prevenir el envejecimiento cerebral y la demencia y para ello se solían aconsejar juegos como crucigramas y rompecabezas», dijo y remarco que la pandemia generó un nuevo paradigma y cambios radicales que debimos atravesar como sociedad para adaptarnos al aislamiento, la informatización, el trabajo online y el estudio virtual, entre otros desafíos." |
«Debemos tener presente que si bien en la niñez y la adolescencia hay mayor neuroplasticidad, esto también se puede llevar a cabo en todas las edades y para ello se debe realizar un entrenamiento que permita que este estrés y cambio de hábitos acelerado a los que estamos sumidos, se canalice en formas efectivas de trabajo», reflexionó.
La medica sostiene que hay que crear espacios saludables de ocio y un estilo de vida saludable, erradicando aquellos hábitos perjudiciales
«El contacto con el entorno natural, el ejercicio físico y la alimentación equilibrada son importantes, pero las reuniones sociales -que son fundamentales para el cerebro, para mejorar las capacidades intelectuales - también son esenciales y de allí la importancia de no aislarse.
E hizo hincapié en la relevancia de tratar de mantener los vínculos, incluso a la distancia para mantener una salud integral. «La idea es buscar cosas diferentes para mantener el cerebro saludable, como aprender manualidades o un nuevo idioma, emprender nuevos retos y tareas que estimulen al cerebro» definió.
«En los niños, que sufren como una especie de adicción a las pantallas -que se emplean tanto para el ocio como para la escolarización- se está generando una nomofobia que es ansiedad y adicción cuando no tienen el celular o la tablet, motivo por el cual hay que adaptar los espacios de ocio y priorizar los juegos y contactos con la naturaleza», finalizó la especialista.