El home office y la vida al aire libre pueden coexistir.
¿Cómo?
Estos ciudadanos de Finlandia encontraron la solución.
Las estaciones de trabajo Viita están hechas de abeto finlandés, y están cuidadosamente unidas para evitar que los árboles se dañen.
Contienen incluso un pequeño espacio de madera para apoyar el celular.
Combinar trabajo con vida sana.
Contar con espacios abiertos y vistas espectaculares, sin duda hace que la jornada de trabajo se vuelva excepcional y por consiguiente que la productividad aumente, a limites insospechados.
¿Porqué Lahti es una CIUDAD VERDE?
Lahti se comprometió a ser neutra en carbono en 2025, deberá dejar de emitir gases de efecto invernadero (GEI) en 2035. Así, la ciudad se adelanta diez años a la meta nacional. Para 2025, las emisiones GEI de Lahti deberán haber caído un 80% respecto a los niveles de 1990.
A fecha de hoy, ya se ha producido una bajada del 70%, según la web GreenLahti. “Lahti es una ciudad verde, y gracias a las inversiones que ha hecho, es fácil para nuestros ciudadanos vivir una vida neutra en carbono. Somos los primeros en el mundo en hacer posible el comercio de emisiones de la movilidad personal para los ciudadanos, y también hacemos más fácil la movilidad ecológica”, señalan.
La idea también es reverdecer el modelo de transporte. El tráfico urbano es responsable de aproximadamente el 32% de las emisiones de CO2 de la ciudad. En este ámbito Lahti ha llevado a cabo un proyecto innovador, premia a sus ciudadanos con euros virtuales si reducen sus emisiones GEI derivadas del transporte.
El sistema consiste en una aplicación de móvil, CitiCAP, que concede a cada usuario un presupuesto semanal de carbono, el cual varía en relación a la situación personal de cada uno. A partir de ahí, la app hace un seguimiento en tiempo real del recorrido de los ciudadanos y lo evalúa en función del medio de transporte elegido en cada caso.
Lahti se ha fijado el objetivo de ser una ciudad de residuo cero en 2050. Por ahora ya recicla más del 99% de sus residuos domésticos.
En cuanto a sus esfuerzos de preservación de la naturaleza, esta urbe finlandesa sitúa el punto de inflexión en los años 70, cuando restauraron el por entonces muy contaminado lago Vesijärvi. “La restauración del lago Vesijärvi ha servido de ejemplo para otros: nuestro modelo de tratamiento se ha utilizado en la restauración de más de mil masas de agua finlandesas”, alegan los responsables de la ciudad. Ahora la cobertura forestal en Lahti es del 74%, mientras que la de lagos y humedales es del 11%, y la educación ambiental, dicen, está integrada en todos los colegios de la ciudad.
Lo mejor de esta información es saber que con voluntad y esfuerzo el mundo puede volverse VERDe.