En la era de Zoom/ Meet y demás estrategias virtuales para sortear la pandemia la encuestadora Craft decidió consultar ¿Como eran los espacios de trabajo?
Todos pensamos que a esta altura ya todos estaríamos al menos alieados a este nuevo formato de trabajar, sin embargo los números, dijeron otra cosa.
En su mayor parte, las personas se están esforzando, sacando a sus gatos de sus computadoras portátiles, rechazando el mostrador de la cocina como un "escritorio" y aprendiendo los elementos esenciales de la iluminación. Personas que salen en entrevistas con repasadores y platos detrás y entrevistas de trabajo con ruidos de la familia.
Por lo que se ve a muchos de nosotros se nos complico amoldar nuestro espacio de hogar a un "simil oficina" y es que seguramente no contabamos con que el homeoffice durará ¡casi dos años!
Pero vamos a los números:
Se encuestaron 1.520 estadounidenses que trabajaron de forma remota durante la pandemia para comprender sus experiencias en espacios de trabajo improvisados, sus actitudes hacia la presentación en videollamadas y las consecuencias de sus malos hábitos.
El 91 por ciento de las personas ha hecho algo para mejorar su espacio de trabajo durante el año pasado y el 90 por ciento ha gastado dinero como parte de ese proceso.
Más de la mitad de los encuestados han invertido en una silla nueva y uno de cada cuatro ha adquirido una cámara web.
También es de destacar que el 58 por ciento de los encuestados dijo que su empleador ha contribuido con dinero o suministros para apoyar el desarrollo de su espacio de trabajo en el hogar.
También se les pregunto dónde se sientan y trabajan
Setenta y uno por ciento de las personas dijeron que están "improvisando" con respecto a su espacio de trabajo.
Uno de cada tres dijo que trabaja desde una oficina adecuada, pero casi la misma cantidad dice que ¡Su dormitorio es su oficina.!
Pero los datos sorprendentes siguen.
Dos de cada tres trabajadores remotos han trabajado desde sus camas durante la pandemia. Imposible culparlos ¿Quien no?
Pero lo mas loco es que uno de cada tres trabajó desde un armario.
Algunos también nos acostumbramos a sillonear.
Por lo que la encuesta cerraría asi: El 45 por ciento trabaja desde un sofá con regularidad; El 38 por ciento trabaja desde la cama con regularidad; El 20 por ciento trabaja al aire libre con regularidad; y el 19 por ciento trabaja desde un armario con regularidad.
¡Un mundo que se adapta como puede a nuevas condiciones.!