Los monos están escuchando…
No, no estamos hablando de Monkey Island, sino de los monos que pueblan la isla de Iki, nuevo escenario de este aventura. En Ghost of Tsushima Director’s Cut, Jin Sakai vuelve a las andanzas donde, el verdadero fantasma, parece ser la política de precio de la expansión.
Comencemos dando por sentado que tienen una mínima idea de qué se trata este gran juego, exclusivo de PlayStation. Caso contrario, les ofrecemos refrescar la memoria con la review que hicimos meses atrás.
Esta flamante campaña en la isla Iki comprende la presentación de una nueva figura antagónica, la líder mongol apodada El Águila. Una suerte de Espantapájaros del universo Batman, ya su “gracia” está en suministrar a sus enemigos una droga psicotrópica. Ésta los conecta con sus miedos más profundos y, en resumen, los hace “flashear cualquiera”, bien creepy.
Mientras continúa erradicando lo que quedan de las primeras fuerzas de invasión en Tsushima, Jin se topa con gente afectada por la droga. El rastrillaje de su origen lo lleva entonces hasta la isla de Iki, un lugar que encierra mucho dolor personal. Es la tierra donde su padre fue asesinado, mientras lideraba una avanzada para aplacar a campesinos y bandidos.
A pesar del paso del tiempo, en Iki el apellido “Sakai” aún despierta odio y desprecio entre el pueblo, al punto que su padre es recordado como “El Carnicero”. Por ello, debe resguardar su identidad si no quiere ser convertido en empanada.
Claro que todo se tuerce y termina ingiriendo la potente droga de “El Águila”. Así, se inicia un viaje de redención y redescubrimiento del pasado de Jin Sakai. Durante toda la historia, tendremos frecuentes alucinaciones que lo enfrentan con su culpa, su dolor y su vergüenza. Y hablando de vergüenza…
¿CÚANTO? ¿Qué rompimos?
En lo posible, háganse la imagen mental de una pizarra, de esas que se usan para anotar precios. Ahora, completen en sus mentes, con tiza neuronal, los siguientes datos:
Si tienen Ghost of Tsushima en PS4, puede pasar a la Director’s Cut de la misma consola por USD 19,99.
Por otra parte, si ya tienen Ghost of Tsushima Director’s Cut en PS4, pueden mejorar a la versión de PS5 por USD 9,99.
Con lo cual, la opción final casi que sale sola: llegar a la versión Director’s Cut de PS5 partiendo de “PS4 vainilla” nos cuesta USD 29,99.
Dicho esto, si pensamos exclusivamente en la campaña, en cuatro horas la cerramos con un moñito, no dura más de eso. Sí es cierto que hay bastante contenido adicional, pero nada demasiado diferente a lo que veníamos haciendo en la isla de Tsushima.
Por otra parte, las nuevas habilidades son muy medio pelo. Lo más importante se reduce a un movimiento especial para que el caballo atropelle enemigos. El acierto más significativo son los nuevos modificadores, los amuletos que por lo general desbloqueamos en los santuarios. Junto con la mejora que nos permite tener un build por cada armadura, podemos efectuar combinaciones interesantes. Así, tenemos un cambio rápido y sobre la marcha según necesidad.
Ahora bien, pasemos a los gráficos. El juego original en PS4 ya era una locura bellísima y correrlo en PS5 o PS4 Pro lo hacía aún mejor. El tema es que Ghost of Tsushima Director’s Cut no hace gran diferencia al ofrecer una resolución (escalada) de 4K y algunos efectos adicionales. Es decir, se sigue viendo hermoso, pero no apreciamos un gran salto entre versiones.
Por último, en cuanto al uso del DualSense, tenemos sensaciones encontradas. Lejos, MUY lejos, está del nivel de Astro’s Playroom, Returnal y Ratchet & Clank: Rift Apart. Es tan sutil que al tiempo nos vamos al olvidar que existe. De hecho, lo único que realmente está bien conseguido es el uso del gancho, pero solo para destruir estructuras. Es tan evidente que se dieron cuenta de esto, que la frecuencia con la que nos encontramos con este tipo de situaciones resulta forzadísima. También tenemos que decir que la versión original ya hacía uso de las bondades del mando de PS4 —tal como vibración y parlante incorporado— con lo cual no se trata de un desastre, sino de algo desaprovechado.
El Carnicero de Billetera
El principal problema de Ghost of Tsushima Director’s Cut es no poder separar sus tres elementos: el parche, el parche next gen y el DLC. Por esto, sentimos que pagamos mucho por una mejora de PS5 que no es gran cosa. Lo peor es que también terminamos pagando por arreglos, tal como el lip sync en japonés. No cabe ninguna duda de que estas partes deberían ser gratis.
Ahora bien, quizás podríamos discutir si el contenido extra vale esos USD 30 adicionales (casi medio juego de PS5). Aquí ya cada uno decide hasta donde, incluso no creemos que haya una respuesta definitiva. Quizás, lo más acertado sería pensar que Ghost of Tsushima Director’s Cut vale la pena si tenemos una PS5 y no lo jugamos en PS4. Pero si ya pasamos por las aventuras del buen Jin, mejor dejar tranquilo al Japón feudal por un rato. [i]
DESARROLLADO POR: Sucker Punch
DISTRIBUIDO POR: PlayStation Studios
GÉNERO: Acción y Aventura, Mundo Abierto
DISPONIBLE EN: PS5
QUÉ ONDA: Un samurai se droga y pega “re mal viaje”.
LO BUENO: Tanto la historia como la narrativa está muy bien. Incluye varias mejoras de “calidad de vida” importantes. El uso del DualSense está bien, aunque podría estar más aprovechado o ser más intenso.
LO MALO: Muy continuista. El contenido adicional principal dura muy poco. Las novedades no emocionan.
FUENTE: Irrompibles