Mini Motorways [REVIEW]

Clásico de bolsillo en el género de gestión

Antes de comenzar con la review de Mini Motorways, permítanme un breve análisis. Tomemos La Plata y París, dos ciudades que vistas en un mapa parecen totalmente antagonistas. Mientras la primera parece estar planificada con “esmero geométrico”, la capital francesa es un caos de pequeños pasajes.

A diferencia de la capital bonaerense —que se planificó por una necesidad política de la época— por motivos de fuerza mayor París evolucionó de manera desordenada. Alrededor del 250 a.C. los parisinos —un pueblo galo— se asentaron en esa zona, debido a un sitio que los Romanos mantuvieron más de 100 años. Así, en el transcurso de 2000 años, la ciudad se expandió con desorden e incoherencia, reflejando las ideas y cultura de cada época.

¿A qué viene la pequeña lección de historia? Sólo quince minutos de Mini Motorways bastan para entender lo complicado que es planificar una ciudad que crece de manera descontrolada. La propuesta es muy simple: tenemos que conectar casas de colores con centros comerciales del mismo color. El contexto son mapas que representan las grandes capitales del mundo 

¿La premisa parece demasiado sencilla? Al principio sí, cuando tenemos que lidiar con poco tránsito. Pero, con el correr del tiempo, el crecimiento se vuelve vertiginoso y descontrolado. En un abrir y cerrar de ojos cientos de autos pueblan la pantalla viajando de aquí para allá. Cuando un centro comercial no recibe la cantidad de autos que espera en determinado marco de tiempo, la partida acaba. 

De esta manera, cada vez que superamos una etapa, desbloqueamos cuadrantes de carretera y un “elemento especial”. Estos últimos son variados: algunos resuelven problemas de tránsito, como por ejemplo rotondas y semáforos. Otros, como los puentes y túneles, nos ayudan a sortear accidentes geográficos. 

Incluso hay ocasiones donde el obstáculo a sortear es la misma ciudad. Las autopistas juegan un rol central, interconectando puntos alejados para permitir un tránsito rápido y fluido. Por otra parte, el spawn de casas y centros comerciales es aleatorio, con lo que cada partida se siente un desafío renovado.

Así, la dinámica de Mini Motorways es caótica y puede poner a prueba hasta las personalidades más estoicas. La estética minimalista, simple y sencilla —junto con una diminuta interfaz— permiten que nos concentremos en los aspectos importantes del juego. También, en pos de no romper nuestros nervios, podemos pausar el correr del tiempo, mientras reasignamos recursos y reconectamos distintos puntos.

Pese a esto, si aún así nos sobrepasa el caos, la música de tono ambiental contribuye a mantener un estado de calma constante. Lidiar con el descontrol bajo estas condiciones se torna placentero. Con el crecimiento de nuestra ciudad, “beeps” y otros sonidos de fondo se hacen más comunes. Su propósito es darnos una pista auditiva sobre la eficacia de nuestra red de carreteras y con qué frecuencia ocurren problemas como embotellamientos y demoras.

En resumen, el planteo es simple y es un juego infinito. Todo gira alrededor de lograr el mejor highscore, no esperen mucho más. Su mayor virtud y pecado es la simpleza, porque Mini Motorways no tiene defectos. La única restricción para jugarlo es si tenemos aversión por el género de estrategia (o  si no nos da ansiedad tomar decisiones rápidas en contextos muy cambiantes).

En cambio, aquellos que nos enganchamos con juegos de gestión (Factorio, Cities Skylines, Dyson Sphere Program, etc) este juego es un must. Si nos quedamos con ganas de más, podemos probar el Mini Metro, juego del cual Mini Motorways es la evolución natural. Este es uno de esos juegos que nos invitan a tomarnos una pausa en mitad del día o entretenernos cuando no tenemos mucho tiempo. [i]

DESARROLLADO Y DISTRIBUIDO POR: Dinosaur Polo Club
GÉNERO: Gestión – City Builder
DISPONIBLE EN: Steam, Apple Arcade

QUÉ ONDA: Un juego de estrategia donde gestionamos la construcción de carreteras.
LO BUENO: simple y sencillo, para jugarse en un break entre reuniones o mientras esperamos el delivery.
LO MALO: La verdad que nada, solamente recomendaría evitarlo si no les gusta el género.
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